Verte tender tu colada…
Es como
fotografiar los sueños de la Diosa Diana.
Tu ropas finas y
delicadas en el tendedero…
Parecen flores
multicolores, florecidas en pleno enero.
Contemplar esa
postal…
Me hace delirar
en un profundo sueño cálido y cristalino.
Que preciosa
estampa…
Los dos desnudos
y tendiendo tus suntuosas bragas.
― ¿Qué nos
esperara después de la colada?
Una fuerza que
nos atrae hasta caer en el suelo…
Para que centrifuguemos
las humedades que desprenden nuestros cuerpos.
Y cuando de
repente, nos encontremos totalmente secos…
Esperaremos unos
segundos, para poder volver a colgar tus ropas húmedas en el tendedero.
Nadavepo.
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