Ahora
en la tranquilidad de mi casa, me acomodo en el sofá…
No puedo evitar esos recuerdos que me vienen a
la mente, de cuando tú me ponías caliente.
Suavemente
me muerdo los labios… pensando en los equilibrios que realizábamos en el
pasado.
Empiezo
a salivar e instintivamente subo mi blusa, para dejar mis pechos al
descubierto… no quiero que nada me estorbe para frotarlos con tu deseo.
Soy
fémina, necesitada del placer que me proporcionabas hace más de un año… ni aun
el tiempo, el ansia del deseo en mí ha borrado.
Bajo
mis bragas como sonámbula, dirigida por la fuerza más divina… mi pubis quiere
salir de su cárcel, para respirar y el latido de su jadeo poder aplacar.
Para
cuando quiero darme cuenta… estoy frotando mi perla ardiente, sin miedo a no
contenerme.
Quiero
explosionar como el volcán de Pompeya… soltando piroclastos ardientes, para que
lleguen a ti en tus sueños candentes.
Tardo
segundos en poder abrir los ojos… parezco despertar de un encantamiento, pues
veo tu cara sobre la mía y aún le falta el aliento.
Nadavepo.
Una manera de ver , como la mujer llega a su excitación máxima solo con su imaginación, y poseedora de su cuerpo ..muy bueno
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa imaginación al poder, gracias.
ResponderEliminarWoooww. ....brutal!! Me encanto!!
ResponderEliminarGracias Rosa, un placer.
EliminarWoooww. ....brutal!! Me encanto!!
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