Presumían nuestros amigos, que aquella cena
exótica era muy afrodisíaca, por tan jugosos bocados… mientras yo pensaba, lo
que es afrodisíaco de verdad es comerte a ti la boca y morder tu culo sonrosado.
Alguien alardeó, de haber pedido unos caldos
para degustarlos, pues decía eran muy afrodisíacos… yo en mi interior me decía,
afrodisíaco es degustar el caldo de tu jugoso charco, desde el orto hasta el
ocaso.
Siguiendo con el tema de lo afrodisíaco, tu
mejor amiga sugirió beber unos licores, que decía subían el líbido a lo más
alto… yo me amontoné viéndome embriagado,
al beber del grifo de cristal que hay entre tus dos columnas de Trajano.
Y para rematar la ruta de lo afrodisíaco, un
comensal nos recomendó unos dulces como termostato, para subir la temperatura a
lo más alto… no sabía él, que tú me pones la miel cuando posas tus pezones
sobre mis labios.
Jamás nadie de aquella reunión sabrá, que tú
eres mi termostato, que tú eres en este mundo lo más afrodisíaco… que no
necesito placebos para sentirme excitado, que sólo con contemplarte me derrito
como la fragua de Vulcano.
Nadavepo.
En este poema lo más importante es que no necesitas de nada para tener en tu mente la magia para sentir la seducción y la calidez de tú pareja , por qué ella es tú afrodisíaco ... muy lindo saludos.
ResponderEliminarBonitas palabras Campi, un abrazo
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