martes, 18 de noviembre de 2014

Acordes









Te lanzaste sobre mí como los acordes de una guitarra eléctrica.
 Descargando sobre mí todas las vibraciones que emanaban de tu cuerpo.
 Yo me defendía, punteando con mis dedos una canción de placer sobre tus senos.
 Y tus manos como ecualizador, elevaban el grosor de la púa más elástica de mi cuerpo.
 Y yo mientras tanto afinado los gemidos, que al acariciarte salían de tu precioso cuerpo.
Como en un concierto, al penetrarte tu empezabas a bailar frenéticamente sobre mi miembro.
Y entre tus piernas, tu clítoris vibraba  lujuriosamente  como vibra con buena música la membrana de un gran bafle.
 Y como en una actuación y antes de que se cerrara el telón, explotamos en un orgasmo de serpentinas blancas y rosetas de color.


Nadavepo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario