domingo, 13 de diciembre de 2015

Solo eras sexo













  Mi loco corazón, que no atiende a la razón… creía que te quería, pero solo eras sexo delirante.

  Ardiente maullido, que de rincón a rincón vas ondeante… pensaba que te amaba, pero todo se basaba en sexo extravagante

  Sentía que oía los latidos de mi corazón, que por eso de ti estaba encantado… no era cierto, eran los latidos de mi verga los que me hacían estar fluctuando.  

  Graznidos y gritos desesperados, me hacen creer que de ti estaba locamente enamorado… ecos de mis deseos, solo fuiste sexo desenfrenado.

  Me embrujaste con tu sonrisa vertical, me hacías contener mi jugo preseminal… que locura más diabólica, era contigo follar.

  Barritos ensordecedores, pegaba como un elefante… cuando olía tus bragas, de perfumes desbordantes.

 Zumbidos como abejas, pegaban mis sienes… cuando saboreaba tu boca, que sabía a pétalos de flores.

  Chillidos sin control, pegaba como águila volando a tu alrededor… intentado picotear tus cabellos, dorados como el sol.

  Rebuznar como tan tierno animal… es lo que tú conseguías conmigo, cuando te empezabas a desnudar.

  Cantaba como canta la ballena, en las profundidades del mar… cuando tú te dejabas acariciar.

  Mugidos lanzaba como buey, anclado a su carro… cuando tus senos me dejabas frotar.

  Por las noches y en tu lecho, me hacías ulular… como búho encaramado a tu altar.

  Y es que yo solo era un nómada y loco animal… que no sabía diferenciar entre lo que era sexo o amar.




Nadavepo.

 
 




martes, 17 de noviembre de 2015

Afrodisíaco











  Presumían nuestros amigos, que aquella cena exótica era muy afrodisíaca, por tan jugosos bocados… mientras yo pensaba, lo que es afrodisíaco de verdad es comerte a ti la boca y morder tu culo sonrosado.

  Alguien alardeó, de haber pedido unos caldos para degustarlos, pues decía eran muy afrodisíacos… yo en mi interior me decía, afrodisíaco es degustar el caldo de tu jugoso charco, desde el orto hasta el ocaso.

  Siguiendo con el tema de lo afrodisíaco, tu mejor amiga sugirió beber unos licores, que decía subían el líbido a lo más alto… yo me amontoné viéndome  embriagado, al beber del grifo de cristal que hay entre tus dos columnas de Trajano.

  Y para rematar la ruta de lo afrodisíaco, un comensal nos recomendó unos dulces como termostato, para subir la temperatura a lo más alto… no sabía él, que tú me pones la miel cuando posas tus pezones sobre mis labios.

  Jamás nadie de aquella reunión sabrá, que tú eres mi termostato, que tú eres en este mundo lo más afrodisíaco… que no necesito placebos para sentirme excitado, que sólo con contemplarte me derrito como la fragua de Vulcano.




Nadavepo.


 



miércoles, 11 de noviembre de 2015

Sacude mis cimientos












Dulcifica mi boca con la savia, que cuando te masturbas impregnan tus manos.

Quiero oír como te braman los senos, cuando los acordes de tus azules venas los apuntan hacia el cielo.

Rojo esmeralda es el epicentro de tu suculento cuerpo, de donde parten los rayos que sacuden todos mis cimientos.

Quiero esa caracola, que me ofreces cada vez que quiero oír el mar… que bonito es beberse ese sabor  a brisa y sal.

Amortigua mis gemidos solo como tú lo sabes hacer, esquivando los baches con un suave vaivén.

Quiero sentir el latido de tu corazón cuando lo pones a cien, y que desacelere hasta cero cuando salga de tu túnel mi tren.

Ancla mi brío, ánclalo aunque sea a tus pies… porque si no, puede que yo muera retorciéndome de placer.





Nadavepo. 




martes, 27 de octubre de 2015

Sado Fondo











Sado fondo, fondo sado… arráncame las tiras de piel con tus labios.

Sado bond, bond sado… azótame con el látigo de tu lengua, mis genitales ya de por si marcados.

Átame, aunque ya estoy atado… por los nudos de tus piernas y los lazos de tus manos.

Sumisa o dominado… ese es el juego, al que en nuestros encuentros, casi siempre jugamos.

Ahora me encuentro, en tu aspa anclado… con las tiras de cuero, que tanto sudor me han arrebatado.

Con tu antifaz negro, ronroneas como gata en celo… mientras yo como lobo dominante, huelo el rastro que va dejando tu sexo.

Bramas dentro de tu envoltura de látex… hasta que yo te sondeo, para hacer que mane de tu cuerpo, todo tu deseo.

Caleidoscópica forma, la que tenemos tú y yo de ver el sexo… será porque cuando nos corremos,  volamos, ardemos y por la gruta de los colores nos perdemos.





Nadavepo.






martes, 20 de octubre de 2015

Mi zumo












  Cuando sonríes, lloras lágrimas de frambuesa; que al caer sobre mi tórax, tatúan mi piel con la palabra “princesa”.

  Zumo de naranja, es la saliva que al besarme sale de la fuente de tu boca; diluyendo mis pensamientos a tu antojo y tus formas.

  Cuando acaricio tus pezones, dejas en mis manos aroma a grosellas;  tienen un olor tan intenso, que al caminar entre hombres, todos vuelven la cabeza.

  Hazme el amor y derrama tu sudor; que quiero lamerlo, para saborear de todas las flores su néctar.

  Busco tu monte, que lo llaman de venus; para encontrar la garganta, de donde  fluye un arroyo cristalino, con su agua perfumada con matices de endrino…

  Este es el lugar, donde pierde la cabeza mi ciclope alpino, escalador de cuevas profundas en gozos y delirios.






Nadavepo.





miércoles, 14 de octubre de 2015

Redondeces














  Que exquisita es la dulzura, que hay entre tus piernas… bebedero de nevazúcar, para mis golosos labios y mi juguetona lengua. 

  Como brillan tus plateados senos, desnudos ante la lujuria de la esférica luna… que con su flujo hace que yo pierda la cabeza.

  Que extraordinario es tu culo, que batallando sobre las olas del placer… amortigua todo mi fervor, entre el color de corales y anemonas.

   Funda de terciopelo rojo es tu boca, cuando enfunda mi martillo golpeador…  enredándolo entre la anestésica espuma, que forman tus olas.

  Que elíptica tan suave, forma tu ombligo tan acogedor… donde meto mi dedo masturbador, perdiendo todo mi pudor hipnotizado por tus formas.

  Remolinos de cometas, son tus cabellos alborotados al viento redentor… en ellos busco la sombra, para el descanso de un hombre saciado de sexo y amor.

  Que redondeces más perfectas forman tus aréolas… que son como rodelas doradas, alumbradas por las perlas del sol.

  Como enervas mi vástago, endurecido cuando comienza la carrera… y flácido cuando tú lo ayudas a llegar a la meta.





Nadavepo.






miércoles, 30 de septiembre de 2015

Desmoronándome











  Roce las guindas de tu árbol, con los mismos labios… que de otra mujer un día me amamante.

  Tacto de seda queda en mis yemas, cuando con mis abruptas manos… intento sobornar tu piel.

  Acaricio la envoltura de tu melocotón, con tanta ilusión… que de entusiasmo creo desfallecer.

  Una fresa en lo alto de tu monte, hace que pierda el norte… hasta arrodillarme en alas de tu poder.

  Ansió refrescar mi boca, con el agua de tu caño… de la cual nunca me sacio, por mucho que la pueda beber.

  Coges de mi cuerpo, lo que para mí es la extensión más divina… moldeándola como plastilina, al antojo de tu ser.

  Acoplas mi estandarte a tu pudenda parte, rociando mis tambores de guerra con esa cera… que solo una reina como tú, saca de sus entrañas… para dar placer.

  Arropas mi gozo, dilatándolo en el tiempo… con tanto ahínco y tesón, que me derrito como un terrón… que intenta no fragmentarse en un continente tan ardiente, como pueden ser los poros de tu piel.

 Y para rematar la faena, arráncame la lengua… con las tenazas que tienes entre las piernas… mientras observas como me desmorono, como el rey moro que perdió su poder.

  Y cuando acabemos esta contienda, y si tú ganas la batalla… déjame que  llore como dama, lo que como caballero no supe defender.





Nadavepo.





jueves, 3 de septiembre de 2015

Tus dedos









Erógenas son todas las partes de tu armonioso cuerpo, pero que decirte de la sinuosidad que encierras en tus delicados dedos.

Los de tus manos son peregrinos, que al recorrer mi cuerpo buscando su catedral… de placer me pueden matar.

Los de tus pies centinelas atentos, que al celarme… endurecen todo mi cuerpo.

Los de arriba, son ángeles emplumados… que alcanzan los rincones de mi cuerpo, más escarpados.

Los de abajo, pieza de ajedrez… que en cada partida, la cabeza me hacen perder.

Lánzame como gusanos de seda, los dedos de tus manos… recorriendo mi cuello, como árbol de moráceas encantado.

Patina sobre mi pecho, con los dedos de tus pies… deslízalos hasta mi umbral, y llama en el picaporte hasta la saciedad.

Y ahora que con tus manos, me vas a hacer culminar… mientras yo con mis dedos, no te paro de masturbar…

Quiero ver, lo más alucinante que en este mundo se puede ver… y es cuando te corres ¡cómo se arquean los dedos de tus pies!




Nadavepo.








lunes, 31 de agosto de 2015

Cristales










Son cristales de azúcar, los que se clavan en mis ojos… cuando te contemplo masturbándote, bajo la luz de la luna.

Brillos de perlas vislumbro, ver salir de entre tus piernas… mientras mi mente endurece, la más distante de mis venas.

Chispas se cruzan en la distancia, desde tu arco hasta mi flecha… que bonito es otear tu cuerpo, desde tus bucles de cristal hasta lo más profundo de tus interminables piernas.

Quiero entrar en tu agujero negro, con la cola de mi fugaz cometa… para que cruces el espacio estelar, viendo todo tipo de estrellas.

Amartíllame, como si fuese el gatillo de tu escopeta… y no me dispares, hasta que no me tengas centrado entre tus dos presas.

Hazme arrodillarme ante ti, como el reo cuando pide clemencia… para suplicarte que te detengas…

Que una detonación más, hará caerme al suelo…  como Goliat, cuando fue alcanzado con la piedra.

Ahora estoy en trance, oigo tu voz en la lejanía… como oye Peter Pan a Campanilla, al otro lado de la isla de fantasía.

Rematemos esta dulce estampa, con un beso salido de una cálida fragua… que funda nuestros labios…

Para sellar y rememorar a lo largo de los años…  esta noche, que lamentablemente  acabara al alba.





Nadavepo.




miércoles, 26 de agosto de 2015

La partida de billar










En una apuesta contigo he entrado, haber quien se resiste más a ser seducido por nuestros encantos.

Una moneda al aire hemos lanzado, si sale cara en la mesa de tapete verde jugamos.

Pero como siempre tú has ganado, y hemos de jugar en la de lienzo rojo como el color de tu vestido ajustado.

Para comenzar usas la estrategia de dejarme acariciar tus pómulos de cristal, yo me hago el duro y no me dejo impresionar.

Ahora yo intento seducirte colocando mis dos bolas, blanca y negra sobre la mesa…

Ni una mueca has soltado, estas dispuesta a dejarme descolocado.

Contraatacas y mientras yo intento lanzar, tú colocas tus redondeces sobre mi espalda…

Empiezas a sacarle punta a mi taco de billar, ya has empezando a hacerme titubear.

Saco otra carambola de mi manga, poniendo mis labios sobre la piel que deja al descubierto el escote de tu espalda…

Entrecierras los ojos, y me das un halo de esperanza… pienso que esta partida puede quedar en tablas.

Me arriesgo y jugando fuerte, alcanzo tu cuello de esmeralda… lo beso por todas sus bandas, hasta llegar a tu lóbulo que es mi mayor baza.

Te muerdes los labios suavemente, yo pienso que esta partida está ganada.

Nada más lejos de la realidad, ahora eres tú la que contraatacas… besas mis pezones, dejándote caer con tu lengua hasta mi ombligo.

He estado a punto de zozobrar, pero de nuevo voy a la carga… desabrocho tu blusa y bajo tu falda, ahora subo tu bandera lamiendo tu canal de la mancha.

Dura partida se nos presenta, pues no queremos ninguno tirar la toalla.

Ataco tus dos enormes esferas, rematadas con sus dos rojas cerezas… las lamo, las beso, e incluso acomodo mi taco en medio…

Momento en el que tu aprovechas, para juntarle tiza a mi palo… que no quiere fallar carambola.

Imposible es resistirse a tu manera de coger mi taco de billar… un, dos, tres vaivenes y estoy a punto de estallar.

Ahora creo que está empezando la partida de verdad, tú te apoyas sobre la mesa ofreciéndome tu sol dorado… en el punto justo, para ser penetrado.

Embestimos, sudamos, carambolas van y vienen sin descanso… eres dura de pelar en este ardiente campo.

Sacudidas recorren tu cuerpo, y tu húmeda oquedad absorbe toda la energía que llevo dentro… creo que tú has colado cuatro bolas de color en tu ser, ahora soy yo el que la blanca va a meter.

Estallo en mil pedazos cual bola de marfil, fragmentando tu interior rosa… que ya se ha hecho dueño de mí.

A duras penas puedo despegar mi cuerpo de ti, pero lo consigo y mirándote a los ojos te pregunto… ¿puedo besar a la campeona de la seducción, y ofrecerle como trofeo mi taco y bolas de marfil?

Y tú me respondes… ¡pues claro que si!





Nadavepo.






miércoles, 29 de julio de 2015

Ali Baba










Como quisiera ser Ali Baba y por las dunas de tus pechos cabalgar.

Descansar en el oasis de tu vientre y apagar mi sed en tus labios candentes.

Ser la tiara que ciñe tu frente, para sentir las pulsaciones de tus sienes latentes

Permíteme ser tus sueños en el vacío del tiempo… para en cada madrugada deleitarte con sensuales y pictóricas ensoñaciones.

Quiero ser la palabra mágica que abre tu cueva, de esponjas de mar acolchada…  y depositar en lo más profundo de ella mis mayores tesoros, antes guardados en mi cálida fragua.

Robar tus gemidos ardientes al aire o a tu garganta… será la más grande de mis hazañas.

Llévame alfombra mágica, volando hasta sus nalgas…  para rebozarme en ellas como el ave espolvorea sus alas.

Encantador seria deslizarse por el ecuador de tu espalda, desde tu cuello de cisne hasta la comisura que forma tu manzana.

Culminar quisiera, lamiéndote la más bella esfera de cristal forjada… hasta derrumbar tu cuerpo y dejarte de placer saturada.

Y aunque en este cuento no vaya a pegar… con un profundo beso como a la Bella Durmiente te quisiera despertar.




Nadavepo





martes, 28 de julio de 2015

Mi Libertad









Ahora en la tranquilidad de mi casa, me acomodo en el sofá…

No puedo evitar esos recuerdos que me vienen a la mente, de cuando tú me ponías caliente.

Suavemente me muerdo los labios… pensando en los equilibrios que realizábamos en el pasado.

Empiezo a salivar e instintivamente subo mi blusa, para dejar mis pechos al descubierto… no quiero que nada me estorbe para frotarlos con tu deseo.

Soy fémina, necesitada del placer que me proporcionabas hace más de un año… ni aun el tiempo, el ansia del deseo en mí ha borrado.

Bajo mis bragas como sonámbula, dirigida por la fuerza más divina… mi pubis quiere salir de su cárcel, para respirar y el latido de su jadeo poder aplacar.

Para cuando quiero darme cuenta… estoy frotando mi perla ardiente, sin miedo a no contenerme.

Quiero explosionar como el volcán de Pompeya… soltando piroclastos ardientes, para que lleguen a ti en tus sueños candentes.

Tardo segundos en poder abrir los ojos… parezco despertar de un encantamiento, pues veo tu cara sobre la mía y aún le falta el aliento.




Nadavepo.






jueves, 23 de julio de 2015

La Danza








Como mestiza Arapahoe me haces señales de humo…mientras yo a tu reclamo, como pony alado acudo.

Somos como indios Cherokee, bailando la danza de la lluvia… tu tratas de mojarme, yo quiero ponerte húmeda.

El ritual Mohicano nos guía… mientras yo como halcón  excitado, beso tus axilas.

Como buen rastreador Cheyenne… el olor de tu nutria plateada persigo, para sumergirme con ella en el pozo divino.

Arqueare tu cuerpo con mis manos… como moldeo la madera del arco sagrado Sioux.

Eres como experta Navajo, tirando flechas… con tu vista de lince me las has clavado entre las piernas.

Como mujer Apache sostienes mi tomahawk entre tus manos… quieres hacerlo retozar y brillar sobre tus labios.

Tengo tanta sed de tu salvaje belleza… que lamiéndote con mi lengua de coyote, secare tu Cañón del Colorado.

Coge mi lanza de guerrero y llévala a su dulce destino…  hazlo hasta que se acabe o borremos el camino.

Bravo forcejeo hemos tenido, ahora que temblamos y no es de frio… descansemos en nuestro mágico tipi, de colores construido.




Nadavepo.






lunes, 13 de julio de 2015

Tu Concha










Fuiste, eres y serás la fémina de la concha dorada.

Concha que obnubila mi vista, que deleita mi tacto y que mi paladar embriaga…

Pero rotundamente, a mi olfato de placer matas.

Brillante alfombra de terciopelo, por donde mi pequeño infante resbala…

Buscando tu sonrisa vertical más grata.

Labios de cristal y perla rosada…

Permíteme en un estallido incontrolado, rociarlos con mis lágrimas blancas.

Acantilado, por donde precipito mis deseos y clavo mi punta de lanza…

Ahógame en tu eco y desbarata mi coraza.

Te ruego mi princesa, déjame tu sexo para aplacar estas ansias…

¡Que toda la fuerza de Eros para apagarla no basta!




Nadavepo.






martes, 30 de junio de 2015

Galópame












Galópame poniendo tu pubis sobre mi espalda.

Galópame y saca todo el brío de mis entrañas.

Quiero ser tu cabalgadura desde el ocaso hasta el alba.

Coge mis riendas y haz que me desboque sobre tus nalgas.

Rojo corcel de acero, que quiere abrevar de tu gruta encantada.

Posa sobre mi pecho tus dos escudos de porcelana…

Y azótame con tu fusta, del infierno del placer sacada.

Hazme caballo de lujuria, con la pértiga entre sus piernas empalmada.

Desbrózame  el sudor de mi piel, con tu lengua de sexo azulada…

Y cógeme de la crin, y tira de ella hasta meterme en tu raja.

Mi amazona del pecado, como me has desangrado sobre tu alpaca de paja.

De blanco he pintado, las paredes de tu aterciopelada cuadra…

Para poder guiarme en la oscuridad, y arrastrar mí pene hacia tu altar.

Semental  bruto y engreído, que creía en el sexo poder contigo.

Ahora mi fuerza, como Dalila a Sansón has quitado…

¡Ahora solo soy un potro, vulnerable y amansado!





Nadavepo.




lunes, 1 de junio de 2015

Electra









Te llamo Electra y no porque seas descendiente de un rey griego.

Descubrí tu nombre cuando mi piel rozo la tuya.

Descargas intermitentes recorrían mi cuerpo, erizando hasta el vello más prófugo de mi geografía.

Una sacudida removió todas mis neuronas, al chocar nuestras lenguas en una cascada de burbujas efervescentes.

Mis manos se quedaron pegadas a la corriente estática que desprendían tus pechos.

Chispas de deseo, saltaban desde tus ojos al abismo de mis más lujuriosos deseos.

Creí que moriría entre tus brazos totalmente electrocutado.

Cuando apuntale mi pértiga en el umbral de tu preciosa puerta, mis dos acumuladores encendieron sus motores.

Una vez estuve dentro, tus propulsores arqueaban mi cuerpo.

No sé cómo no sucumbí, cuando tú generaste aquella tormenta eléctrica.

Entre tus rayos y mis centellas, saltamos como resortes que salen de debajo de la arena.

Las chispas que derramábamos, casi prendieron nuestro lecho convirtiéndolo en un fuego eterno.

¡Ahora ya sabes porque te llamo Electra!



Nadavepo.





sábado, 23 de mayo de 2015

Burbujas








   Y fuimos descubriendo el sexo, sin apenas darnos cuenta.

Miradas y tiernas caricias eran para nosotros una enorme proeza.

Y la curiosidad nos hacía profundizar cada vez más, en ese paraíso del que no quieres salir jamás.

Torpemente y con mucha vergüenza, dilucidábamos nuestros cuerpos desnudos.

Yo no sabía dónde tocarte o besarte, tú tampoco lo intentabas por temor y desconocimiento.

Pero cuando llevábamos unos minutos contemplándonos, algo que parecía haber estado en nuestro interior desde nuestro nacimiento se encendió.

Algo mágico recorría nuestro cuerpo, guiándonos como autómatas hacia los puntos más vulnerables de nuestro cuerpo.

Bese las zonas más cálidas de su cuerpo, acaricie lo que mis manos querían acariciar.

La investigue, la examine y la cate al igual que ella a mí.

Explorábamos el uno el cuerpo del otro, abríamos zonas tapadas y tapábamos zonas abiertas.

Urgía encontrar agua en su precioso pozo, yo lo sondeaba buscando aquel perfumado líquido.

Ella no solo me regalo su preciado mana, también me obsequio con sus burbujas. Al principio pequeñas, pero fueron creciendo según yo la iba sondeando y acariciando y besando y acelerando.

Hasta que en la burbuja más grande me subí con ella y empezamos a elevarnos, mientras ascendíamos vimos unicornios rosas, arcos iris velados, prados de amapolas negras, gansos dorados. Y de repente y cuando estábamos a mil pies del suelo la burbuja estallo.

Para cuando pude abrir los ojos su cuerpo estaba sobre el mío. Ella  despertaba tan sutilmente como mariposa saliendo de su capullo, nuestros labios se buscaron con una atracción magnética difícil de explicar.

Nos fundimos en un vaporoso beso mientras  rozábamos el paroxismo y el mundo seguía girando a nuestro alrededor.

 ¡Y nosotros sin enterarnos!




Nadavepo.