martes, 27 de octubre de 2015

Sado Fondo











Sado fondo, fondo sado… arráncame las tiras de piel con tus labios.

Sado bond, bond sado… azótame con el látigo de tu lengua, mis genitales ya de por si marcados.

Átame, aunque ya estoy atado… por los nudos de tus piernas y los lazos de tus manos.

Sumisa o dominado… ese es el juego, al que en nuestros encuentros, casi siempre jugamos.

Ahora me encuentro, en tu aspa anclado… con las tiras de cuero, que tanto sudor me han arrebatado.

Con tu antifaz negro, ronroneas como gata en celo… mientras yo como lobo dominante, huelo el rastro que va dejando tu sexo.

Bramas dentro de tu envoltura de látex… hasta que yo te sondeo, para hacer que mane de tu cuerpo, todo tu deseo.

Caleidoscópica forma, la que tenemos tú y yo de ver el sexo… será porque cuando nos corremos,  volamos, ardemos y por la gruta de los colores nos perdemos.





Nadavepo.






martes, 20 de octubre de 2015

Mi zumo












  Cuando sonríes, lloras lágrimas de frambuesa; que al caer sobre mi tórax, tatúan mi piel con la palabra “princesa”.

  Zumo de naranja, es la saliva que al besarme sale de la fuente de tu boca; diluyendo mis pensamientos a tu antojo y tus formas.

  Cuando acaricio tus pezones, dejas en mis manos aroma a grosellas;  tienen un olor tan intenso, que al caminar entre hombres, todos vuelven la cabeza.

  Hazme el amor y derrama tu sudor; que quiero lamerlo, para saborear de todas las flores su néctar.

  Busco tu monte, que lo llaman de venus; para encontrar la garganta, de donde  fluye un arroyo cristalino, con su agua perfumada con matices de endrino…

  Este es el lugar, donde pierde la cabeza mi ciclope alpino, escalador de cuevas profundas en gozos y delirios.






Nadavepo.





miércoles, 14 de octubre de 2015

Redondeces














  Que exquisita es la dulzura, que hay entre tus piernas… bebedero de nevazúcar, para mis golosos labios y mi juguetona lengua. 

  Como brillan tus plateados senos, desnudos ante la lujuria de la esférica luna… que con su flujo hace que yo pierda la cabeza.

  Que extraordinario es tu culo, que batallando sobre las olas del placer… amortigua todo mi fervor, entre el color de corales y anemonas.

   Funda de terciopelo rojo es tu boca, cuando enfunda mi martillo golpeador…  enredándolo entre la anestésica espuma, que forman tus olas.

  Que elíptica tan suave, forma tu ombligo tan acogedor… donde meto mi dedo masturbador, perdiendo todo mi pudor hipnotizado por tus formas.

  Remolinos de cometas, son tus cabellos alborotados al viento redentor… en ellos busco la sombra, para el descanso de un hombre saciado de sexo y amor.

  Que redondeces más perfectas forman tus aréolas… que son como rodelas doradas, alumbradas por las perlas del sol.

  Como enervas mi vástago, endurecido cuando comienza la carrera… y flácido cuando tú lo ayudas a llegar a la meta.





Nadavepo.