lunes, 19 de junio de 2017

El Poema












  Deseada escritora, la invito a escribir un poema. No se preocupe por los materiales, pues ya se los facilitaré yo, no ha de pedirme permiso, sólo tiene que coger lo que le apetezca… le recomiendo que para escribir coja mi lápiz de mina gorda, mójelo suavemente en sus labios y seguro que conseguirá hacerlo trazar líneas de brillos insospechados.

  Dulces líneas entrelazadas con palabras, brocadas en desarmados y pecaminosos adjetivos. Seguramente la palabra lujuria saldrá a la palestra, intuitivamente y sin predestinarlo saldrán varios gorgojos, casi inaudibles pero con acento de deseo.

  Un lienzo en blanco será mi cuerpo, destine usted sus ideas a cualquier punto de este pergamino en blanco… donde seguramente sabrá hacer aflorar el color rojo de la pasión. Castigue cualquier rincón, selle con sus enormes senos, cualquier misiva camuflada entre sus piernas.

  Yo quedaré expectante, mientras usted no para de escribir por arriba y por abajo, sin un orden establecido pero conjuntando en una serie de puntos, toda su insistencia en crear placer… yo leeré cada línea al segundo de ser escrita, mientras mi mente se nubla sin poder pronunciarse, pero disfrutando enloquecidamente de sus líneas trazadas con la más perversa intuición femenina.

  Borbotea y se derrama su tintero, a la vez que hace que mi lápiz se estire de forma indecible. Como podrá seguir escribiendo, si fragmenta mí mina en su máximo fragor de la extensión… mójela una y otra vez en la dulce saliva de su boca, y cuando crea que llega a su máximo esplendor, introdúzcala en su mágico plumier, vera como deja el color blanco en forma de gotas correr.

  Lo que empezó como un dulce poema, se quiebra en el frenesí del erotismo desmedido… arránqueme palabras negras, mientras su ojo oscuro guiña para un encuentro desmedido, sin límites ni cortapisas. Desboquemos en poemas brujos, llenos de pócimas y sudor, hasta que los pilares del sostén, se derrumben sin preverlo, sin predecirlo, sin querer pero sin poder evitarlo.

  Precioso poema el que ha escrito mi deseada señora, no me lo creo doy fe de que ha sucedido… y aunque no sea un best seller, usted y yo lo hemos disfrutado, tanto en lo escrito como en lo vivido. ¡Qué más da que el que lo lea no lo haya entendido!





Nadavepo. 





viernes, 2 de junio de 2017

Sin sentido, pero con ardor












  Mi falo supura, humeante como la chimenea del tren que se menea, serpenteando por tu vía en busca de tu aterciopelada estación.

  Quiero bajarme en Galilea, donde tu faro resopla esperando el choque de esa ola, que lo derrita de pasión.

  Muéstrame como saltan tus orgasmos, como el cava espumoso cuando estalla en ebullición.

  Palpita desbocado mi corazón, cuando los labios de tu coño boquean, como la boca del pez dorado cuando busca diversión.

  Desdóblate en la bruja escarlata, que su lubricante pócima prepara, para enconar en la más suave y dulce penetración.

  Y cuando la sartén chispee entre tus piernas, deja caer mis huevos sobre ella y fríelos en una tremenda convulsión. 

  Acorazado submarino que no es de acero, pero que con sus blancos torpedos, torpedea toda tu línea de flotación… intentando llevarte al fondo del abismo más hermoso, donde por minutos perdemos la noción del tiempo, disfrutando del éxtasis de tu  acelerado corazón.  

  Al terminar este vuelo, permíteme que el manto de mis estrellas, arrope tu delicado cuerpo, mientras duermes profundamente, agotada por el estallido de tú entrega sin condición.





Nadavepo.