Galópame poniendo tu pubis sobre mi espalda.
Galópame
y saca todo el brío de mis entrañas.
Quiero
ser tu cabalgadura desde el ocaso hasta el alba.
Coge
mis riendas y haz que me desboque sobre tus nalgas.
Rojo
corcel de acero, que quiere abrevar de tu gruta encantada.
Posa
sobre mi pecho tus dos escudos de porcelana…
Y
azótame con tu fusta, del infierno del placer sacada.
Hazme
caballo de lujuria, con la pértiga entre sus piernas empalmada.
Desbrózame el sudor de mi piel, con tu lengua de sexo
azulada…
Y
cógeme de la crin, y tira de ella hasta meterme en tu raja.
Mi
amazona del pecado, como me has desangrado sobre tu alpaca de paja.
De
blanco he pintado, las paredes de tu aterciopelada cuadra…
Para
poder guiarme en la oscuridad, y arrastrar mí pene hacia tu altar.
Semental bruto y engreído, que creía en el sexo poder
contigo.
Ahora
mi fuerza, como Dalila a Sansón has quitado…
¡Ahora
solo soy un potro, vulnerable y amansado!
Nadavepo.
Interesante relato , se nota entre linea y linea la erótica y seducción que existe entre amazona y semental..
ResponderEliminarGracias Campirela. Un honor para mi.
ResponderEliminarGracias Campirela. Un honor para mi.
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