miércoles, 26 de agosto de 2015

La partida de billar










En una apuesta contigo he entrado, haber quien se resiste más a ser seducido por nuestros encantos.

Una moneda al aire hemos lanzado, si sale cara en la mesa de tapete verde jugamos.

Pero como siempre tú has ganado, y hemos de jugar en la de lienzo rojo como el color de tu vestido ajustado.

Para comenzar usas la estrategia de dejarme acariciar tus pómulos de cristal, yo me hago el duro y no me dejo impresionar.

Ahora yo intento seducirte colocando mis dos bolas, blanca y negra sobre la mesa…

Ni una mueca has soltado, estas dispuesta a dejarme descolocado.

Contraatacas y mientras yo intento lanzar, tú colocas tus redondeces sobre mi espalda…

Empiezas a sacarle punta a mi taco de billar, ya has empezando a hacerme titubear.

Saco otra carambola de mi manga, poniendo mis labios sobre la piel que deja al descubierto el escote de tu espalda…

Entrecierras los ojos, y me das un halo de esperanza… pienso que esta partida puede quedar en tablas.

Me arriesgo y jugando fuerte, alcanzo tu cuello de esmeralda… lo beso por todas sus bandas, hasta llegar a tu lóbulo que es mi mayor baza.

Te muerdes los labios suavemente, yo pienso que esta partida está ganada.

Nada más lejos de la realidad, ahora eres tú la que contraatacas… besas mis pezones, dejándote caer con tu lengua hasta mi ombligo.

He estado a punto de zozobrar, pero de nuevo voy a la carga… desabrocho tu blusa y bajo tu falda, ahora subo tu bandera lamiendo tu canal de la mancha.

Dura partida se nos presenta, pues no queremos ninguno tirar la toalla.

Ataco tus dos enormes esferas, rematadas con sus dos rojas cerezas… las lamo, las beso, e incluso acomodo mi taco en medio…

Momento en el que tu aprovechas, para juntarle tiza a mi palo… que no quiere fallar carambola.

Imposible es resistirse a tu manera de coger mi taco de billar… un, dos, tres vaivenes y estoy a punto de estallar.

Ahora creo que está empezando la partida de verdad, tú te apoyas sobre la mesa ofreciéndome tu sol dorado… en el punto justo, para ser penetrado.

Embestimos, sudamos, carambolas van y vienen sin descanso… eres dura de pelar en este ardiente campo.

Sacudidas recorren tu cuerpo, y tu húmeda oquedad absorbe toda la energía que llevo dentro… creo que tú has colado cuatro bolas de color en tu ser, ahora soy yo el que la blanca va a meter.

Estallo en mil pedazos cual bola de marfil, fragmentando tu interior rosa… que ya se ha hecho dueño de mí.

A duras penas puedo despegar mi cuerpo de ti, pero lo consigo y mirándote a los ojos te pregunto… ¿puedo besar a la campeona de la seducción, y ofrecerle como trofeo mi taco y bolas de marfil?

Y tú me respondes… ¡pues claro que si!





Nadavepo.






2 comentarios:

  1. He visto más de una partida de billar , pero nunca pensé de esta manera llevarla a cavo .... enhorabuena lo has bordado es tentador, seductor y muy pero que muy elegante , saludos .

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