Dicen que todos los caminos llevan a Roma, yo
en desacuerdo digo que todos los caminos conducen a tu sexo. ¿Y por qué digo
eso? Tu bien lo sabes, porque no hay camino en nuestra trayectoria, donde no
hayamos retozado, donde no nos hayamos calentado, donde no te haya forzado en
un juego irreverente al que poca gente accede.
Desinhibidos, a medio desnudar o completamente
desnudos, no nos importa que nos pillen en el ajo los guardas del campo, o los
senderistas que pasan a nuestro lado distraídos. ¡Cómo me perviertes, cómo nos
pervertimos!… sexo duro, sexo consentido, sexo variopinto, donde nos revolcamos
en el coche, en la cuneta, o apoyados sobre el tronco de un pino.
De todo nos servimos, todo utilizamos, para
perdernos en el verde del verde deseo que sentimos; lagartos que aplauden,
mariposas que se sonrojan, escarabajos que gozan, de vernos follar sobre el rojo
de las amapolas. Cuánto colorido sobre nuestros cuerpos, nuestros cuerpos sobre
todas las tonalidades del bosque perdidos… ¿cómo podemos fornicar casi levitando
en un transparente manantial?
Melodía inacabable, que suena en todo el
valle, son tus gemidos abrazadores, que si no me tapas los oídos como a Ulises,
me pierdo tras tus olores; olores a hembra potente, olores a hembra caliente,
olores a fémina delicada, que aunque parece querer estar apoyada en una
almohada, se hipnotiza cuando es sodomizada sobre unas alpacas de paja.
Quiero follarte en todos los caminos que
llevan a Roma, y cuando tornemos de tan majestuosa ciudad, volveremos a
penetrarnos en esos mismos lugares, para dejar nuestra huella al peregrino, que
quiera olfatear su destino, ese que quiere, pero que no se ha atrevido a
alcanzar.
Porque para
destrozarse amando, hay que estar libre como el ciervo en el campo, no te debe
importar que vean tu berrea al natural… tan desnudo, como venimos o nos vamos
de este mundo.
Mátame de placer, hazlo como tú sabes, como siempre lo has hecho, prolongando el
descenso desde la nube de eros, hasta pisar el suelo. Mátame de gusto, como
sólo tú sabes hacerlo… con tus palabras, con tus labios superiores, con los inferiores,
o con esos que no quiero nombrar, para no dañar de algunos su sensibilidad.
Nadavepo
Lindo relato donde el juego de amar se convierte en un juego consentido, pero lo realmente fascinante es la combinación que haces de aquellos visitantes que sin pretenderlo forman parte del escenario ..aún siendo mirones embellecen el acto del sexo .
ResponderEliminarLos últimos párrafos son sumamente sensuales , no hace falta nada más ...
Un abrazo y muy feliz semana!!
Totalmente de acuerdo querida Campirela, los personajes que rodean a los protagonistas del relato, son fundamentales para imprimirle carácter al escrito. Gracias por tu comentario siempre bienvenido, te deseo un precioso fin de semana. Abrazos con cariño
EliminarA partir de hoy pensaré en ti cuando escuche que «todos los caminos llevan a Roma».
ResponderEliminarBesos.
Gracias por pensar en mi cuando oigas esa frase, sera un placer ademas de un honor querida amiga. Bonitos deseos para ti, te mando un abrazo con cariño.
Eliminar