¡Hazme pecar!
Pero hazme pecar todo el día.
No habrá manzanas ni
serpientes que me lo prohíban.
Quema mi piel con la fragua de tu boca encendida.
Derrama mi semen por las cavernas de tus senos que ya miran hacia
arriba.
Que yo me esforzare en apagar el fuego que sale por tus
poros cada día.
Nadavepo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario