El arco de tu lengua, se adaptó a la redondez de mi
fresa.
Tanto gusto
me daba que yo como tu lengua me arqueaba.
Exquisito
placer que el cuerpo me descoyunta.
Que mi vista
nubla y mis piernas doblegan.
Hazme gozar
hasta que pierda la cabeza.
Y cuando yo
caiga de rodillas…
Que caiga
entre tus piernas.
Para poder
arquear…
Sobre tu
clítoris también mi lengua.
Nadavepo.
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