miércoles, 11 de noviembre de 2015

Sacude mis cimientos












Dulcifica mi boca con la savia, que cuando te masturbas impregnan tus manos.

Quiero oír como te braman los senos, cuando los acordes de tus azules venas los apuntan hacia el cielo.

Rojo esmeralda es el epicentro de tu suculento cuerpo, de donde parten los rayos que sacuden todos mis cimientos.

Quiero esa caracola, que me ofreces cada vez que quiero oír el mar… que bonito es beberse ese sabor  a brisa y sal.

Amortigua mis gemidos solo como tú lo sabes hacer, esquivando los baches con un suave vaivén.

Quiero sentir el latido de tu corazón cuando lo pones a cien, y que desacelere hasta cero cuando salga de tu túnel mi tren.

Ancla mi brío, ánclalo aunque sea a tus pies… porque si no, puede que yo muera retorciéndome de placer.





Nadavepo. 




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