Yo a nuestra cita acudí, con mis mejores galas.
Y tú con tu traje de fiesta, me esperabas.
Después de una romántica cena, te cogí de la mano para que me acompañaras.
Y desde la entrada del apartamento, nos fuimos desnudando hasta que llegamos a la cama.
Y nos embadurnamos de sexo, y el deseo nos engalanaba, y yo me pregunte ¿mañana me volveré a poner mi mejores galas?
Nadavepo.
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